A pesar de que el consumo y el abuso de sustancias ha aumentado en las últimas décadas, los recursos que se destinan para acabar con este problema son mucho menores que en el caso de otras enfermedades. Las personas que abusas del alcohol y otras drogas enferman con mas frecuencia y más gravemente que aquellas que no consumen. El consumo de sustancias se ha relacionado con una mayor probabilidad de padecer cáncer; problemas de hígado, estómago, pulmón, piel y sistema urinario; daño cerebral y convulsiones VIH, hepatitis, tuberculosis y problemas de salud mental.
Por otro lado, las personas dependientes sufren con mayor frecuencia lesiones y muertes debidas a accidentes. Esto se debe a que bajo el efecto de las sustancias se toman malas decisiones o riesgos innecesarios que llevan a perder el control.
También son más probables las relaciones sexuales sin protección, con los riesgos de embarazo no deseado y enfermedades de transmisión sexual que esto conlleva.
El consumo de sustancias es especialmente peligroso en las siguientes situaciones:
· Personas que manejan máquinas o herramientas peligrosas.
· Mujeres embarazadas o que dan el pecho.
· Personas que cuidan de niños pequeños.
· Personas que toman fármacos para el dolor, para dormir, anticonvulsivos o antipsicóticos.
· Personas con problemas de hígado o riñones.
Las drogas interfieren en la relación con el entorno, la familia y el trabajo, y pueden llegar a comprometer seriamente el proceso de aprendizaje, especialmente en el caso de los jóvenes y adolescentes. Además, las drogas incrementan el riesgo de sufrir todo tipo de accidentes.
Por todo ello, además de las consecuencias individuales, es toda la sociedad (en mayor o menor medida) la que sufre los problemas de las drogas. Y estos problemas son de todo orden: sanitario, económico, cultural, de inseguridad, etc.
No es extraño, por lo tanto, que las drogas supongan una preocupación colectiva ni que, para hacer frente a sus consecuencias, muchos países hayan puesto en marcha políticas de prevención y rehabilitación, con un elevado coste económico.
El uso histórico de las drogas es indisociable de sus relaciones con la necesidad, el conocimiento, las costumbres, los valores, los mitos, lo religioso, lo económico, legal o ideológico de cada época y lugar. Las drogas y sus diferentes usos son parte indisociable de las múltiples culturas que conforman La Cultura Humana.